Y nos seguimos preguntando: ¿Qué pasará con los niños de nuestro país?

Son hechos presenciado en los últimos meses los que nos hacen tomar conciencia de lo infame y salvajes que son algunos personajes con muchas criaturas inocentes e indefensas.

Hace poco un "colega" de nombre Alvaro Fernandez, asesor de comunicaciones de Cundinamarca, fue condenado por los hechos de pornografia infantil. Estos hechos; donde tiene como modelos en la portada de una revista a unas menores de edad, mostrando en dicho material el cuerpo desnudo y a la vez cubierto con barro, dándole según él un toque de fotografía artística. Esto es un hecho de irresponsabilidad social, debido a que estas niñas no tienen un criterio totalmente formado y aceptan cuanta propuesta les hagan con tal de salir en algún medio de comunicación.

Alrededor de unos 15 días sucedieron dos hechos que tienen mucho que ver a pesar de la distancia. En Bosa, Cundinamarca un hombre violó a una niña de 9 años de edad. Un mal informe del CTI trae como consecuencia la pronta liberación de dicho personaje, haciendo que los vecinos llenos de ira tomen la justicia por sus propias manos. Es así como en este país funcionan las cosas, debido a que la justicia propia no corresponde sino a los casos de la parapolítica y todo lo implicado con el gobierno, pero a gente de bajos recursos que necesitan ser escuchados nadie les presta atención. Mediante este hecho, el violador tuvo que ser recapturado.

Mientras esto ocurria en Bosa, cuatro días después en San Pedro de los Milagros un joven de 16 años viola a otra menor, pero esta vez más indefensa que la del caso anterior. La victima fue una bebé de 2 años de edad, que se encontraba esa noche sola con su hermanito. Este individuo llevado por las hormonas de la pubertad, sacó a la bebé de su hogar, ultrajandola, maltratandola y posteriormente arrojalandola a el pasto frio de una vereda de dicho pueblo. Esta pobre criatura no soportó tanto dolor, y al dia siguiente murión en el hospital de dicho lugar.
La comunidad adolorida y enfurecida armó una turba en el parque central, arrojando piedras, y pidiendo pena de muerte para este joven que sin razón alguna acabó con la vida de Karen Paola.

Como si los niños de Colombia no tuvieran mas futuro que el de seguir sufriendo, hace dos días se entierra en Chía, Cundinamarca a el pequeño Luis Santiago Lozano. Este ángel que tuvo que morir en manos de su padre para que toda una nación indignada y desilucionada, desperartará de un profundo sueño, el cual nos tenía cegados.
De todas las historias que han acontecido en nuestro país considero que la más dolorosa ha sido ésta. Un pequeño de 11 meses de edad que a penas comenzaba a experimentar la oportunidad de vivir, de ser querido, de jugar y compartir con quienes serían sus maestros para toda la vida, no imaginó jamás que quien algún dia lo había engendrado hoy era quien le quitaba la oportunidad de vivir. Orlando Pelayo fue el hombre que con la misma frialdad que manejan las bestias, dio la orden de secuestrar a su hijo y mandarlo a matar; solo por la simple razón de no poder responder con las necesidades que trae consigo un bebé: la leche, los pañales, entre otros.
Este inhumano personaje despertó toda una furia en el pueblo colombiano, quien hizo salir de lo mas recondito de nuestros corazones una voz que pedia cadena perpetua y hasta la pena de muerte.
A este salvaje, "canival" como muchos lo llaman y a sus dos complices les dieron alrededor de 60 años de cárcel, lo cual será poco tiempo para pagar por el dolor que está sufriendo en este momento la familia Lozano, los vecinos, los conocidos, ¡LOS COLOMBIANOS!